¿Qué sucede cuando nos estresámos?

Cuando nos sentimos amenazados, la reacción de huir o luchar se nos presenta casi de una manera instantánea teniendo como resultado un estado de hiperexcitación fisiológica y psicológica que se caracteriza por una gran tensión muscular e intensas emociones que pueden variar entre el terror, el miedo, la intranquilidad, la rabia, la ira… Todas estas alteraciones se producen a causa de la activación del sistema nervioso autónomo

El resultado es una enorme descarga de señales nerviosas que influyen en el funcionamiento de todos los sistemas orgánicos del cuerpo. Esto se denomina reacción al estrés. Es evidente que la reacción de huir o luchar aumenta las posibilidades de supervivencia de cualquier animal en un entorno peligroso e impredecible. Lo mismo sucede con nosotros.

 

Sin embargo, gran parte de nuestro estrés proviene de amenazas imaginarias y la reacción de huir nos puede sobrevenir incluso cuando no nos enfrentamos a ninguna situación que amenace nuestra vida. Basta con que nos sintamos amenazados.

Si nuestra condición social o nuestro ego o nuestras bien arraigadas creencias o nuestro deseo de controlar las cosas o de manejarlas de determinadas formas se ven amenazadas, la estimulación del sistema nervioso simpático crea una energía que, si se retiene, nos puede generar un estado de híperexcitación crónica: hipertensión arterial, úlceras gástricas, …